Después de pasar tres años haciendo colas para conseguir tarjeta de estudiante y permiso de trabajo de media jornada por fin consigo una autorización de trabajo, lo cual me da una alegría y libertad para ejercer de lo que me gusta, aunque estemos en tiempos de crisis.
Tanto yo como miles de inmigrantes del resto del mundo tienen que hacer largas colas para conseguir sus papeles. Colas que pueden durar horas y en donde la burocracia complica la vida del inmigrante, produciéndose que mucho profesionales inmigrantes capacitados terminan volviéndose a su país por lo complicado que es conseguir un trabajo y competir en igualad de condiciones.
Hoy en día la población extranjera en Cataluña supera ya el millón de habitantes, representando el 15% de la población actual, sin embargo es previsible que el número de inmigrantes descienda por la situación económica.
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